Lunes 15 de Diciembre de 2014, 11:31

The wall tiene su versión en Paraná

| Para impedir el acceso a la “zona blindada” de los ciudadanos no registrados para la Cumbre del Mercosur, se instalaron vallas de caños y madera que cortan la circulación -desde este lunes- a los vecinos de la capital provincial que no tengan su credencial.


“Me molesta que quieran mostrar lo que no somos”, afirmó a Marcelo Puente, un vecino que realizaba su rutina de caminata en la costanera baja. El hombre se refirió así a “lo que se trata de mostrar para afuera, pintando la ciudad como si fuese que siempre vivimos así, pero en realidad no, en absoluto. Y encima estas vallas de madera, horriblemente desprolijas, pero que además, desde este lunes impedirán nuestra circulación. ¿Qué somos? ¿Ciudadanos de segunda?”, se quejó. A la queja de Puente se suman otras de vecinos, profesionales, y comerciantes ubicados en la “zona blindada”. Varios institutos de salud tuvieron que reprogramar los turnos de los pacientes, porque se les informó que durante los días que dure la actividad, sólo podrían acceder los que estuvieran censados. “Me pregunto quién se hace cargo de la salud de los pacientes, a quienes hay que decirles que no pueden venir porque está cerrado el acceso. Al paciente no le importa si hay un presidente o 10, porque tiene un problema de salud y necesita que lo atiendan”, cuestionó un profesional. Nadie se enoja porque nueve presidentes visiten Paraná. Al contrario, es un honor que eso ocurra, que se instale a Paraná en la agenda mediática nacional e internacional. Nadie discute que habrá hoteles, bares y restaurantes que trabajarán más durante estos días y que eso redundará en beneficios para muchos comerciantes locales. Lo que si molesta es que hay muchos otros que no tendrán la misma suerte. El presidente de la Federación Económica de Entre Ríos (Feder), Jorge López, admitió que “varios socios nos han planteado su preocupación, porque este cerco perimetral afectará las ventas entre el 14 y 18 de diciembre. En este contexto de crisis, perder de vender es un problema”. En rigor, los comerciantes afectados preguntan quién se hará cargo del lucro cesante ocasionado por las pérdidas de ventas durante esos días, porque aunque tengan sus puertas abiertas, perderán los clientes eventuales. “Esa es la opinión de los comerciantes de la zona afectada por el perímetro, pero hay otros que están por fuera que venderán mucho más que un día habitual, y están muy conformes por la posibilidad de incrementar sus ventas”, agregó López. Pero claro, no es lo que piensan todos. A las vallas hay que sumarle la inusual presencia de fuerzas de seguridad: cientos de efectivos de las Policías Federal y de la Provincia, de Gendarmería, de Prefectura, cooptaron la zona de realización de la Cumbre: de civil y con uniforme, con patrulleros y camionetas en las calles; o con lanchones y barcos, en el río. Este fin de semana se vio caminar en grupo a policías de civil por la costanera baja. Pero además, a escasos metros del Rowing Club se instaló una carpa con cuchetas, donde pernoctan los efectivos. “No estamos en Estado de sitio, pero parece que sí porque son más los que están armados en las calles que los ciudadanos que estamos circulando”, protestó un vecino que salía del supermercado ubicado en Malvinas y Santa Fe. En el Centro de Acreditaciones que se instaló en Malvinas y Tucumán, en la escuela Del Centenario, agentes de Cancillería y de la Policía Federal atienden a las delegaciones oficiales. Un efectivo de civil, con credencial al cuello y celular en la mano, confió a un par que “la situación es caótica; está todo muy desorganizado, pero esperemos que no pase nada”. Eso se refleja en otro orden también. A pesar de la buena disposición de los empleados, nadie puede disimular que hay poca información para brindar a los vecinos y que además, no se cumple con lo estipulado. Por ejemplo, se informó desde Presidencia que las acreditaciones para periodistas debían retirarse desde el sábado a la tarde en ese lugar. Sin embargo, muchos trabajadores de prensa -cronistas, reporteros gráficos y televisivos- se encontraron con la sorpresa de que debían concurrir a la Vieja Usina. Pero una vez allí, nadie sabía nada. “¿Sabés que me molesta? Que vengan de Capital Federal a querer manejarnos con estas cosas. La gente del gobierno provincial tiene las mejores intenciones pero no saben nada porque todo se manejó desde Cancillería”, explicó a esta Agencia un camarógrafo de un medio local. La Cumbre quedará en la historia de la capital provincial, pero no todo es color de rosas porque los trabajadores cuestionan que no se atiendan sus reclamos, mientras desde el gobierno se gastan millones de pesos para esta actividad. A pesar del “cerco” previsto, sindicatos y organizaciones organizan una “Contra Cumbre”. Con fuertes críticas al gasto desopilante que autorizó el gobierno, la secretaria General de la seccional Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), Alejandra Gervasoni, opinó: “con ese panorama, la Cumbre es sólo para el gobierno. Y los trabajadores, convidados de piedra”, fustigó. “Que la Cumbre no tape nuestro reclamo”, fundamentó Agmer Paraná en un mensaje de texto que circuló entre miles de trabajadores, convocando para la marcha que se hará el martes 16, a partir de las 18, desde plaza 1º de Mayo a la Casa Gris. “El pueblo trabajador estará en la calle, una vez más, esta vez, para mostrar que lo que quieren hacer creer desde el gobierno no es más que una parodia; la única realidad está en el bolsillo gastado de los laburantes. Lo demás, es cuento chino”, ratificó. Pero los docentes no serán los únicos que marcharán. A ellos se sumarán estatales de la CTA Autónoma, productores agropecuarios, y también, integrantes de las asambleas de Gualeguaychú, Concepción del Uruguay, Colón y Concordia. “No será una marcha más, porque el pueblo entero estará en la calle”, vaticinó la gremialista. Fuente: AIM.